Hotel Langholmen (Suecia)
¿Alguna vez soñó con estar en prisión? Probablemente no. Pero jugar a ser «prisionero por un día» puede ser una buena anécdota que añadir a su viaje. El hotel Långholmen, ubicado en la isla del mismo nombre en el centro de Estocolmo, permite vivir esta experiencia.Una antigua cárcel cerrada en 1975 que no ha sido derribada para construir el hotel sino solo reformada, es el escenario perfecto para aquel viajero que quiera sentir cómo es vivir «tras las rejas». Eso sí, se trata de prisioneros/viajeros de lujo ya que el hotel ofrece cómodas camas, luminosas habitaciones con todas las facilidades y un restaurante (desayuno incluido) que ofrece lo mejor de la cultura gastronómica sueca. Además, proponen actividades, como la innegable visita al museo «From Crime to Chains» (Del crimen a las cadenas) para sumergirse aún más (si cabe) en la «cultura carcelaria». Las celdas pueden ser individuales, matrimoniales o incluso se puede reservar para ir en familia. El Långholmen es también hostel (albergue) por lo que, los más osados, podrán compartir su «celda». La isla donde se encuentra el hotel, famosa por su entorno verde y natural, tiene también playas: la más cercana está a 100 metros del hotel.