La cumbre de Durban enfiló ayer la recta final de sus negociaciones en un clima de profunda depresión. El objetivo era llegar a una entente que salvara la cara de la conferencia. El inmovilismo de China e India y la falta de flexibilidad de Estados Unidos pusieron cuesta arriba el acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Ni siquiera estaba garantizada la prórroga del protocolo de Kioto, el único acuerdo ahora existente para combatir el calentamiento, aunque sólo supone reducciones de gases para 37 países ricos.
0/12/2011